::Fleur de Pierre::

Las desventuras de una piba tal que amó Francia antes de conocerla.

sábado, 6 de diciembre de 2008

El amanecer del fin de semana largo.

Hay un dicho que aprendí de los dibujos animados que dice "Si no puedes con ellos, únete". Y así fue. El fin de semana con Pierre no me quedó otra que unirme a su aventura de pasear por la ciudad y quejarse contstantemente por el calor y la mucha gente que hay en todos lados.
Me levanté tempranísimo y desayunamos juntos. Quise ir a la farmacia y me acompañó pues, según él, tenía que abastecerse de 'preservatifs'. Lo miré asorada como con ganas de decirle "¿para qué?".
Ya en Farmacity de Cabildo y Lacroze le aclaré que yo compraría lo que necesitaba pero que después vendría él, solito, a comprarse lo que considerara necesario. Ni quería pensar en la cara del cajero cobrándome los PRIME. O lo que es peor, venir con euros y querer amarrocar con alguna otra marca de segunda línea. Oh Dios.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Quien quiera oir que oiga.

Esta mañana me desperté como si nada hubiera pasado. Y es que, de hecho, nada había pasado. O eso creía yo.
Pierre dió mil vueltas, se levantó en mitad de la noche y empezó a refunfuñar porque, de repente, tenía frío
-Are you cold?-decía mientras yo me hacía la dormida y apretaba bien fuerte los ojos para no abrirlos.
Entre balbuceos le rpegunté qué le pasaba y me contestó qu eestaba triste. Quería decirle que no me importaba pero preferí seguir haciéndome la dormida.
La mañana siguiente, luego de mi ducha, voy a la cocian a ultimar los detalles del desayuno compartido y el Sr.P no tuvo mejor idea que confesarme algo que le había ocurrido 'no sabía cómo'
-I can't remember what I dream but this morning I had to change my underwear.
-Ok, please, don't tell me more.

jueves, 4 de diciembre de 2008

La hora de los bifes.

Día 2/ El ocaso
Cenamos, mientras miro Graña y refunfuño con los pibes chorros. Pierre pregunta si estoy bien.
-Sí, estoy bien.-
Indefectiblemente llegó la hora de irse a dormir. Lavé los platos, perdí tiempo en el baño. Me hace unas preguntas que no alcanzo a escuchar.
En pijamas, nuevamente, me siento en mi lado de la cama. Intento poner la radio pero, finalmente solo preparo el dial para escuchar al día siguiente.
Pierre arranca la velada poniéndose en bolas. Listo para meterse en la cama.
Antes de caer en lo aparentemente inevitable le mando un SMS a Leandro. Me responde pero ya están todas las luces apagadas y Pierre me llama a su lado con una vocecita de mierda que dice:
-Come on...
-You come on- Y viene. Y me besa.
-I have to tell you something. It's hard to explain in english. I'll try to find the words- empiezo una conversación que termina en un largo silencio y una respuesta que no esperaba:
-Qué bueno que me digas esto.
-No, Pierrre, no es bueno-
-Sí, yo quiero que tú hagas lo que te hace feliz- agrega.
-Joya, entonces me voy a casa- Pienso pero no lo digo.
Aprovecho el largo silencio para quedarme dormida. pero a las 4.00 am se desvela queriendo llamar la atención. Me pregunta si tengo frío pero ni pienso en abrir los ojos. Soy feliz en sueños Hasta soñé con Ramiro y todo.

El mecenazgo.

Día 2/Noche
Llegó la hora de volver a casa. Tenía ganas de inventar horas extras pero también tenía hambre y quería llenar la heladera.
Me encuentro con Pierre en la puerta del COTO de Av. Cabildo al 400. Hacemos las compras y, gentilmente, accedo a que compre lo que quiera.
-Yo pago- digo como si el hecho de pagar me sacara algo de la culpa que siento.
Después de perder, literalemente, una hora de mi vida haciendo las compras y la fila en la caja, encaramos para el departamento. Me siento Doña Rosa y me quiero matar. Aprovecho que no me entiende y canto Encontrar la salida de este gris laberinto sin pasión ni pecado ni locura ni incesto,tener en cada puerto un amante distinto, no gritar "¿qué he hecho yo para merecer esto?"
Prendo la TV en Amércia para distraerme con Mariana Fabianni mientras tomamos unos mates y él quiere mostrarme las fotos de un primo cincuentón que tiene en Ing. Maschwitz con el que almorzó hoy.
-Después las veo.
-Cuánto dura esta programa?
-Mil horas- contesto sin poder disimular mis ganas de irme a la mierda.
Aún así se interpone entre la TV y yo, sentado en una silla y mirándome fijo como un niño de dos años mira a su madre preguntándole "mami ¿cuando nos vamos?". Sólo falta que me tire de la falda para que le parta la notebook contra la pared.
-What's the problem with the TV show?
-I want to be ith you To spend time with you.
-Aren´t we togheter now? What do you mean with 'togheter'?- y omito decirle que me deje de romper las pelotas.
Cocino, me mira parado dese la puerta de la petite cocina. Intenta encender el horno y se raja la puteda más grande que jamás escuhé en mi vida. Por suerte está en francés pero lo triste es que lo acompaña con un alarido de albatro en celo que hizo volar los loros del zoológico.
Respiro profundo y le pido que intente luego.
Corro a hablar por teléfono con Lea. Lo llamo desde mi celular pero él me llama al dpto. en un minuto. Claro, no sabe que el teléfono está en la mesa de luz y que apenas atendí Pierre se recostó a mi lado acariciándome los pies. Sólo quiero que el aparato me saque de la matrix.
-Hasta pensé en drogarme. Creo que es la solución más inmediata.
-Sí, conseguite flor de piedra- me aconseja sabiaente Lenadro. Lástima que no tengo acceso directo a las drogas sino ya estaría con dos o tres lavajes de estómago.

Buscando consuelo en el trabajo.

Día 2/ Tarde
Llego al trabajo más temprano que lo habitual. En lugar de llegar con ojeras hasta el piso hoy llegué media hora antes. Me pateo la pera así que le confieso a la recepcionista que estoy viviendo un calvario.
Sé que sueno exagerada. Pero así me siento: exageradamente desbordada.
Me dan la razón aunque también me hacen ver que está sólo en la ciudad y que vino hasta aquí para estar conmigo. Esto que me dicen me hace entrar en pánico.
Por MSN Leandro me pregunta cómo estoy y a los dos minutos estamos chusmeando por teléfono.
-Lo tuyo es como estar con un tipo de 80 años sólo por la plata- se adelanta a mis pensamientos.
-Ni más ni menos-
Tengo un cómplice más en esta desventura turística.
No puedo seguir la conversación. En la oficina está Gabriela Pagani pidiéndome que haga 200 llamados telefónicos. Acá sí que no exagero. Quedamos en seguir la conversación a la noche.
Busco asilo emocional en Irma y lo encuentro Parece mentira pero por primera vez siento que Irma me comprende y se pone las pilas para darme consejos. Le hago caso. Hoy mismo hablo con Pierre y le canto las 40 Al fin y al cabo no tengo por qué hacer algo que no quiero. Y el fantasma de Emi se hace presente entre los presentes.

La mañana después de la mudanza.

Día 2/ Mañana
Me levanto 9.00 hs. Dormí fantástico pero al lado mío sigue estando Pierre, estirándome la trompa para que le de el "beso de los buenos días". Al mismo tiempo me pregunto ¿qué hago acá? y tengo ganas de salir corriendo. Le doy el beso rapidito y me voy a preparar la ropa antes del baño matutino.
Él hombre se levanta al mismo tiempo para prepararme el desayuno. En ese momento me doy cuenta que durmió en bolas y, aunque no me escuche, le digo asorada:
-¡Estás en bolas! Cambiate boludo, está la ventana abierta de par en par.
La ducha de ese departamento tiene 50 cm de lado y 5 grifos: 2 para la ducha (caliente y fría), 1 para la ducha en sí misma, para abrir y que caiga el agua y 2 para la canilla inferior. No entiendo quién pudo diseñar esa atrocidad.
Después de descifrar 'el enigma de las canillas' grito un poco porque me parece una mierda estar ahí adentro. Quisiera que venga Norman Bates a matarme a puñaladas pero espío detrás de la cortina y nada. No pasa nada. La vida sigue esperándome del otro lado de la puerta.
Cuando salgo de la ducha están sonando unos alaridos en francés como música de fondo. Hago que no escucho nada y enciendo el televisor para ver si todo funciona bien hoy, jueves 4 de diciembre.
-¿Necesitas el audio?- pregunta atrevidamente.
-Por supuesto. Quiero saber si todo está funcionando bien- Ya no me gasto en pensar la versión en inglés de las respsuestas.
-You're drinking TV-
-I work with news. I ougth to watch TV, read newspapers and listen the radios. I'm going now.
-Isn't too early?
-Maybe. Bye- pretendo terminar la cuestión allí. Por lo menos por esta mañana.
-Voy contigo hasta el subte. Ya verás, es muy cerca de aquí.
Mientras caminamos las eternas 3 cuadras que nos separan de Ministro Carranza varias veces intenta sostener mi mano mientras caminamos. Lo comprendo porque aún no sabe que detesto las nimiedades del romanticismo. Entonces fumo, me acomodo la cartera, busco las monedas, no sé, hago cosas con las manos esperando, en vano, que desista.
-Chau- saludo.
-Adiós. I love you- alcanza a decir mientras bajo las escaleras.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La mudanza.

Día 1/ Mañana
Sé que no quiero estar acá y sin embargo ayer por la noche hice un bolso gigante para no volver a buscar nada.
Mi madre hace un comentario desde el poder que le da ser mi madre y tan sabia:
-¿Para qué llevás tantas cosas? En una semana estarás aquí de nuevo.
No es que mi madre sea colombiana es que con la llegada de Pierre a Bs.As. estamos practicando el neutro.
Despotricando porque la rata quiere irse en 239479754 colectivos desde Ramos Mejía a Belgrano y hacer 354654 viajes yendo y viniendo para buscar lo que no puede acarrear en uno solo.
-Esto es un quilombo Pierre, tomate un taxi y llevate todo de una. Yo me voy de acá al trabajo y te veo a la tarde.
-In english, please. No entiendo. ¿Quilombo?
-No hay palabras que puedan traducir lo que es esto: UN QUILOMBO, no seas hincha huevos- contesto con toda mi furia.
La mañana siguiente Pierre se levanta de la cama antes que yo y, mientras me baño, me apura para que le llame un taxi. Insiste en saber cuánto le va a costar.
Llamo, lo subo y lo despacho. Sí, como a un kilo de pan, lo despacho. Y respiro. Con Irma nos miramos y cantamos al unísono "por un minuto de paz...por un segundo de calma..." de Ale Lerner. Nos reímos y suspiramos.
Después de casi una semana de convivir con el francés llegué a compararlo con un hijo bobo. Hay que hablarle despacio para que entienda, remarcarle las cosas mil veces, caminar a su ritmo y bancarse que haga berrinche por todo lo que Bs.As. no se parece a París.

Día 1 / Tarde y Noche
En el trabajo decido que no quiero volver al departamento que alquiló. Simplemente no me interesa. Sufro de pensar que tendré que pasar allí un mes.
Por la noche me invitan a una fiesta. Encuentro la excusa perfecta. Invento horas extras en el trabajo y le pido a Pierre que me busque en Alem y Tucumán 20.30 hs "para ir a cenar y luego a Le Bar". Como damos mil vueltas antes de entrar al bar a la hora de regresar a casa sólo hago tiempo ordenando algunas cosas del bolso en el placardo (como lo llama Pierre).
Son 00.30 cuando, en pijamas, me tiro a dormir. Me quedo frita. Es que tuve un día de mierda en el trabajo.
Mientras se me cierran los ojos y me doy vuelta dándole la espalada (claro signo de SI, ME VOY A DORMIR) él aprovecha para darme esos besitos que me parecen horribles y melosos en mi hombro. No respondo. Y estoy dormida.